(Francia 1897)
Saludos. No se si lo cumpliré porque esto engancha. El otro día escuchaba en la radio a varios bloggeros que decían que para mantener una actividad como esta lo más importante era que te gustase. Y efectivamente, el coleccionismo de calendarios me encanta. Soy historiador, y la Ciencia Histórica tiene a los documentos y su análisis como método de trabajo. El calendario es en si un documento que mide un proceso temporal (normalmente un año) pero que además refleja a través de la escritura, del dibujo o de la fotografía la estética, la publicidad o los intereses de un momento determinado. Es decir, también es Historia, y como tal debemos tratarlo. Incluso a este tipo de producciones los archivos le han otorgado una denominación específica que me parece además muy acertada : "efímeros".
(Estados Unidos 1878)
No es cuestión de ponerse filosófico pero esto cansa, especialmente si uno se propone contestar a todos los que de alguna manera se ponen en contacto conmigo a través del blog, y a los múltiples intercambios que se han realizado. Al final, sin proponermelo soy "bloggero" (no profesional por supuesto) y diariamente recibo una media de 60 visitantes que al menos observan más de 150 artículos. Algunos no son coleccionistas, sino simplemente personas que tangencialmente buscan en "Google" temas que les atraen desde perros a cervezas pasando por marcas de productos de alimentación, bebidas o simplemente referencias a algunos Santos o Vírgenes. Algún día comentaré algunas anécdotas que han salpicado con humor estos tres años de presencia en las redes.
( ¿España?, 1887 )
Agradezco muchísimo todos los comentarios que habéis realizado a mis post y también los correos de ánimo a la continuidad del trabajo. Por suerte, varios compañeros se han incorporado a este mundo y se encuentran realizando blogs sorprendentes, a los que visito con cierta frecuencia porque aprendo bastante de ellos. El sentido original de este blog es precisamente el didáctico. No puedo abandonar mi vocación, soy profesor de Historia en un Instituto de Secundaria, e intento enseñar lo que conozco pero también me satisface aprender de lo que ignoro.
(España, 1967)
Por todo ello, voy a darme un descanso corto, como en algunas especialidades deportivas, para recuperar parte de lo que tengo abandonado y atrasado. Creo además que cuando vuelva acudiré con una mayor y mejor claridad de ideas para continuar sin caer en la monotonía y el tedio. Es simplemente un ¡Hasta luego¡. Y por eso os acompaño el artículo con algunas pequeñas joyitas de mi colección.