Asociaciones gaditanas (IX).- Asociación de Cervantistas (1874)
El
7 de octubre de 1871 se publicaba por primera vez un cuadernillo denominado Crónica de los Cervantistas, que se subtitulaba como “única
publicación que existe dedicada al príncipe de los ingenios”. El 23 de abril
del año 1872 se conmemoró el aniversario de la muerte de Cervantes con una
celebración religiosa en la Iglesia de Santiago, a la cual siguió una velada en
la casa de Adolfo de Castro. Además de diversas intervenciones literarias se
solicitó que la fecha fuese declarada fiesta nacional, y se volvió a tratar
sobre la creación de una academia cervantista. En 1874, cuando se conmemoraba el 258 aniversario de la muerte
de Miguel de Cervantes, se constituyó la
Asociación de Cervantistas presidida por Francisco Flores Arenas. Tuvo su sede,
en principio, en el Instituto Provincial y, luego, en el número 4 del Arco de
la Rosa.
A partir del año 1875 observamos la nominación expresa de la Asociación en la edición en las veladas músico-literarias, que tomaron un carácter institucional cada 23 de abril, aniversario de la muerte del escritor. La publicación de la Velada de 1875 incluía este precioso grabado con el retrato de Cervantes.
En el año 1877 la Asociación publicó la obra de Ramón León
titulada Vida de Cervantes. Ese mismo
año la velada anual del 23 de abril incluyó un concurso literario que fue
duramente criticado por Adolfo de Castro, alejado ya de la asociación. En
octubre de ese mismo año fallecía el presidente Francisco Flores Arenas, que es
sustituido por Romualdo Álvarez Espino, conocido krausista, que imprimió un
nuevo carácter a la Asociación.
La
fiesta del año 1878 fue organizada conjuntamente por los cervantistas y la
Academia Gaditana de Ciencias y Letras, que había aprobado sus estatutos el 19
de mayo de 1876. El lema escogido para la velada manifestaba el comienzo de un
larvado enfrentamiento con los que creían exagerado tal veneración por el manco
de Lepanto: "¡ Gloria Eterna a Cervantes¡. ¡Confusión y mengua eterna a sus detractarores¡"
La propia Crónica de los Cervantistas recogía algunas de las respuestas a las críticas vertidas por algunos autores, que estimaban desmedido el afán por la exaltación del llamado Príncipe de los Ingenios.
La propia Crónica de los Cervantistas recogía algunas de las respuestas a las críticas vertidas por algunos autores, que estimaban desmedido el afán por la exaltación del llamado Príncipe de los Ingenios.
En 1879 se dejaba de publicar el órgano oficial
de la academia cervantista. Se demostraba el abandono que, progresivamente,
sufría esta corriente cultural en beneficio de otra que elevaba a Calderón de
la Barca a los altares cuando se acercaban los preparativos del bicentenario
del fallecimiento de este último. La intelectualidad española de la
Restauración, como sucede a menudo en nuestro país, hacía un uso efímero de las conmemoraciones
para favorecer su propio lucimiento. Es significativo que fuese también 1879 el
último año en el que aparece una
referencia de la asociación en las Guías de
la ciudad.
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